miércoles, 23 de mayo de 2007



Improvisación

Lo imagino todo
así, con la piel
y los ojitos cerrados.

Imagino y construyo
Todo sucede, en mi espejismo,
por primera vez.
(incluso tus ojos)

No le creo
a esos retratos
No admito recreaciones
Mi amor no nos va a reproducir.

Decido agasajar
La novedad de tu belleza,
Quiero un mundo
parcialmente exacto
Secularizar el deseo
de tenerte a mi lado
hasta que nos quedemos dormidos
a la hora de despertar.

Y tu primer nombre
será siempre
un garabato perdido
en la arista
de mis cerebros.

No más duplicaciones
No me vuelvas a pedir
que te ahogue como la primera vez.

Exigime un diluvio desconocido,
Un desorden nuevo.
Seamos dos creadores diligentes
del amor y de los finales.
Conquistame cada día
Seducime novedosamente.

Quiero ignorar
el destino de este viaje
a través del error de tus abrazos.

(Desvíos
Tantos como rasguños hayan)

Ampollarme
Con el aceite rosado
que hierve sobre tu tesoro perdido.


No saber
que me espera después
de besarte la ropa
y arrancarte la piel.

Ni a que saben tus enojos
Ni donde se anida tu monstruosidad

Quiero
este momento de amor,
un principio y un final
para poder empezar a amarte desde mañana.

Una contingencia de saliva
sin herederos de dulzura
Un amor sin historia
Un acontecimiento.
Pugnas de locura
espontáneas, nuevas, presentes,
de hoy.
Que me deshagas el amor
en un almuerzo de corporeidad,
e ingenuidades.

Poder volver a tropezarme
con tu voz, en mi avenida
Y no entender tu habla
Ni tus aullidos,
Ni tu llanto
Ni tu respiración,

Todo tu cosmos,
todo improvisación.

jueves, 17 de mayo de 2007



Apólogo sobre un corte de luz.

Súbita ceguera. Mi alrededor era oscuridad y olor a frío y un miedo imprudente.
Decenas de ojos veían que no estában viendo nada. Todo oscuro y remoto. Un hálito de peligro me desmenuzaba los ojos: el peligro de no ver, y una gotita de miedo rebalso el vaso vacío sobre la mesa entre tanto desborde; se había vuelto noche una redundante víspera de atardecer.
Los ojos eran algo ausente. No estaban, eran invalidez. Las escaleras me bajaron despacito, un escalón se tropezó con mi pie derecho. A una herida le dolía mi piel.

El edificio se alejo de mí y del caos de sombras, buscando respirar.

Posó toda su torpeza sobre una solidaria mesa de bar. Un café le arrancó el letargo de las manos y le entibió el cemento.

El diluvio y el corte de luz de repente estaban lejos… solo lejos de él.
Acá, donde aquella vez se olvidaron de mi, me dejaron vomitando ruidos, transpirando cuchillazos de miedo, recogiendo del suelo las vueltas que el reloj no danzo para mí, como una semilla, completamente a oscuras.

martes, 15 de mayo de 2007

... A VECES VUELVO

Banquete

Una vez le hizo el amor
y la dejo pendiendo
de una ramita de sangre.

El le agasajaba
la virginidad
El era su único hogar,
Era la nada vestida de amor,
Era la nada más llena de todo
El era un reflejo
y una visión desfigurada
El era ella,
ella era chiquita
y no se desnudaba nunca.

Una vez le hizo el amor
y la dejo quietita
desperdiciada en un olvido
de huesos, piel apretada
y resucitación.

Ella sostenía agua de mar
que seseaba cualquier boca.
Ella una epidemia de sed,
el un beso alucinógeno
colmado de saliva.

Una vez le hizo el amor
y en esa cena de lujuria delictiva
el acabo por devorarla
y ella era más rica cuando no estaba tan fría.
****************
Los pies

Las manos,
Su filtración de sudor,
Su permeabilidad,
Su goteo intermitente
De calor.

Toda mi fortuna
En estas manos,
Toda en el suelo
Toda se cae
Despacito
Se me cae y la levanto
Y se me vuelve a caer
En una redundancia eterna
de ingratitud.

Las manos
Su desidia
Su afonía
Su eterno silencio
Las manos
Mi invalidez
Mi veredicto.

¡Arránquenme las manos!
No me dejen escribir más.
No me dejen acariciar
No me dejen ni las uñas
Ni la masturbación

Las manos
La mentira
Artesanas ambulantes
De dolor y de basura.
Duo de Artistas
de fricciones irreversibles
De cosquilleo escandaloso
De pecados anatómicos

¡Que se me caigan las manos!
Que se me muera tu amor
En la punta de los pies.
****************
Pertenencia
(a mi papá)

Tengo una hoja escrita
una noche y un parche de luz,
Tengo años de vida,
dieciocho,
Tengo almanaques
que marean,
Tengo ardores,
y ganas de escribir,
Tengo una poesía púbera
que me mata y me resucita,
Un prontuario
de dulzura pertinaz,
Un artilugio
de cuerpo y materia extraterrena.
Tengo tiempo
que fenece,
una fecha de nacimiento
y una vida perecedera.
Tengo una distancia
que no me aleja
si me desvío
y extrañarte es volver.

Tengo un sueño despabilado
y ahí adentro , te tengo.
Tu epítome sacro y peligroso,
tu perfil de cristal,
tus murmullos, tu voz, tus aguijones.
Tengo las palmas tibias,
de tus manos flemáticas,
Lo tengo todo,
y él es mío,
y todo es él.
Él es toda mi fortuna.
****************
El ángel de Emile

Un ángel
Sube una escalera
Que solo sube.

Un ángel me mira

Hay ruido de agua que cae
( mi sobriedad)
Hay olor a alucinación
Olor a derrumbe
Olor a decadencia
Olor a algo que me duele
Olor a algo que no pudo ser,
olor a devastación.

Y el ángel sigue subiendo.

No es el ángel de ningún perdedor
No es un ángel inmaculado

Es el ángel de Emile
Que sube una escalera
Que sube hasta el cielo.
***************
Cremación

En el fuego las manos,
el cuerpo,
la vida,
mi pubertad.

En el fuego que no me quema,
que no me hiere,
que no da miedo
y me cocina indiferentemente.

En ésta vasija de piel carbonizada
la danza más triste se baila de a dos.

El fuego te perturba,
te da lo mismo.

Nadando ese calor,
ésta noche de agua salada.
Las yemas de mis dedos hídricos
vuelven a sumergirse en tu promesa de amor inflamable.

El fuego sucumbirá con la próxima lluvia infiel
Y ahí estarán de nuevo mis pupilas incineradas…

y su milagro de incendio.